Los cuentos no siempre tienen que terminar de la manera que imaginamos. A veces, un final sorprendente es lo que más engancha a los peques: despierta risas, abre el diálogo y enseña que no todo es tan predecible como parece.
Estos son algunos de mis favoritos para leer en familia y cuándo suelo recomendarlos.
Mis recomendados
¡Eso no es normal! – Mar Pavón y Laure du Faÿ
Una jirafa con un cuello larguísimo que no pasa desapercibido. El final rompe las expectativas y muestra que lo diferente también puede ser especial.
👉 Cuándo lo recomiendo: cuando las familias me consultan sobre cuentos para hablar de diversidad y aceptación de las diferencias.
El cocodrilo al que no le gustaba el agua – Gemma Merino
Un cocodrilo que odia el agua y prefiere trepar a los árboles… hasta que un estornudo revela algo sorprendente.
👉 Cuándo lo recomiendo: perfecto para peques que sienten que “no encajan” o que tienen gustos distintos a los de su grupo.
El ratón que se comió la luna – Petr Horáček
El ratón cree que ha mordido la luna y que todos lo criticarán. El cierre es tan tierno como inesperado.
👉 Cuándo lo recomiendo: para leer de noche, como cuento de calma antes de dormir, y abrir la charla sobre miedos y fantasías.
El lobo solo buscaba WiFi – Pablo Albo
Un lobo que parece temible, pero en realidad solo quería conectarse a internet. Divertido y actual. Hace poco hice una review completa de este libro, si te interesa leerla acá te dejo el link.
👉 Cuándo lo recomiendo: cuando me piden un cuento con humor para relativizar miedos y mostrar que no todo es lo que parece.
¿Por qué leer cuentos con finales inesperados?
Sorprenden y despiertan la curiosidad de los peques.
Enseñan que la vida no siempre sigue un camino lineal.
Refuerzan el humor, la empatía y la flexibilidad frente a lo inesperado.
A veces, lo mejor de un cuento está en ese giro final que nadie vio venir. Y ahí está la magia: abrir los ojos, sonreír y volver a pensar la historia.

