En Tiny Makers nos gusta aprovechar toda ocasión que invita a jugar, más aún cuando nos permite incorporar ingredientes extras: como cuentos, gestión de emociones y más! Por eso, el mes de Octubre, que termina con la famosa celebración de Halloween, es nuestro mes del miedito.
Halloween se convierte en una oportunidad para que los niños exploren sus emociones y aprendan a enfrentar sus miedos de forma creativa. Esta temática se puede trabajar tanto en escuelas como en talleres con actividades adaptadas a la edad de los peques.
Taller de emociones y manejo del miedo
Hace poco leía a Gala Kolodko, terapeuta familiar, que decía: “el niño habla cuando hay un adulto disponible”. Por lo que el primer paso pasa mí es crear un ambiente seguro, que inspire confianza y como adultos, tener una apertura y disposición hacia la escucha. Que esa escucha, sea una activa.
Luego, a través de dinámicas grupales, invitar a los peques a identificar qué situaciones les generan miedo; para darle paso a la palabra. Y si la palabra aún no está presente, habilitar el dibujo y el color. Se pueden usar también recursos como las manualidades para que plasmen su sentir.
El miedo es una parte natural del desarrollo, no se puede estigmatizar, ridiculizar o suprimir. Es sano experimentarlo. La clave está en cómo reaccionamos ante él. En Tiny Makers, incentivamos a los peques a desarrollar la resiliencia y la confianza; a explorar estrategias para afrontarlo.
Cuentos de fantasmas y monstruos divertidos
La narración oral y la lectura de cuentos con personajes graciosos ayudan a transformar la percepción del miedo en algo seguro y controlado. Escuchar historias en grupo también fortalece la escucha atenta y la imaginación.
Búsqueda del tesoro temática
Una actividad física y colaborativa donde los peques recorren el espacio en busca de pistas. Esta propuesta combina movimiento, resolución de problemas y trabajo en equipo.
Beneficios educativos de las actividades de Halloween
Fomento de la inteligencia emocional.
Desarrollo de la imaginación y la creatividad.
Ejercicios de cooperación y comunicación.
Transformación del miedo en experiencias positivas.
Halloween, más allá de los disfraces y los caramelos, se convierte así en un momento para aprender, compartir y fortalecer habilidades socioemocionales, tanto en la sala, en el aula como en espacios de talleres y en casa.